viernes, 27 de octubre de 2017




El vuelo de la palabra inicia su viaje en otras voces que al unísono han hecho posible la cristalización de la edición de varios libros de poesía. El amor a este género es comparable al que un amante desahuciado tiene por un amor imposible, al canto de los locos que pregonan sus versos en un valle de durmientes cibernéticos  y rojizos como puntitos brillantes en la nada.  Y todos ellos, los poetas de corbata que pasan inadvertidos, las muchachas escribientes que pasan por raras y desalineadas en la fauna cotidiana,ésos exactamente son mis favoritos. Ellos son  los profetas modernos que nos retratan en sus versos, que van por la vida con la metralla de sus ojos. A éstos va dirigido este blog de poetas perdidos y encontrados, algunos reunidos en antologías (esas jaulas brillantes en que a veces entran por curiosidad) y otros pocos afortunados que cantan en su propio escenario de papel de media carta con lomo. Aquí los hacedores de la magia, allá los vivientes del samsara. Dos caras de la misma moneda.